Un antiguo convento de monjas de clausura del s. XVIII en un enclave privilegiado para aquellos que deseen reencontrarse con la naturaleza en un lugar único, idílico y lleno de historia.
Se han mantenido las originales instalaciones del convento. Las estancias corresponden a las antiguas celdas, todas ellas exteriores y con baño privado completo. El restaurante se ubica en el refectorio con horno de leña que elabora la cocina vasca tradicional y carnes a la brasa, siempre acompañada de los mejores caldos de su bodega. La sala relax monacal es el espacio destinado al descanso por excelencia con música ambiental, aromaterapia y una selección de tés.
Balmaseda y el convento de San Roque se han convertido en el lugar ideal para alejarse del mundo y disfrutar de un silencio, una privacidad y un gusto por la buena mesa inigualables.
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